martes, 13 de mayo de 2014

Grandes frases

A mi entender se consideran grandes frases aquellas que son dichas por personas célebres de todos los tiempos o aquellas que por solera han pasado a formar parte de la cultura popular. Pero ¿qué pasa con las grandes frases de la vida cotidiana? Lejos de querer hacer un monólogo (ahora mismo me he sentido en el Club de la Comedia) pretendo comentar tres de esas frases que, para bien o mal, se las lleva el viento.

“Cuando me has llamado estaba saliendo de la bañera”. Esta frase es de persona divina. En su momento me la imaginé en mitad de un baño de espuma de lo más elegante. Si os fijáis, independientemente de si tiene plato de ducha o bañera, o de si se había duchado en cinco minutos o se había dado un baño maravilloso, dijo bañera. Es la elección de las pequeñas palabras la que nos hace grandes a los ojos de los demás.




Leer la siguiente frase con tono de penuria infinita: “Todo el mundo me dice que soy pija*”. Esta frase me encanta de encantar (guiño). Sé que la leéis y sois capaces de visualizar a alguien conocido. Nos hallamos ante la típica falsa queja. Falsa por ser queja y falsa porque igual ni se lo dicen. El receptor se halla en un aprieto y tiene dos opciones claras: a) seguirle la corriente “pobre, tiene que molestar mucho” y b) seguirle la corriente “claro, si es que eres tan pija”. A mí me gusta más una tercera opción que pienso poner en práctica la próxima vez que me encuentre en tal tesitura: “pues a mí no me lo pareces”.

“Estás guapísima en esta foto. No pareces tú.” Ésta es mi favorita de las tres. Por lo obvio. Es el falso piropo más bonito que se ha dicho nunca. Lo cruel del caso es que la persona que lo dice no tiene mala intención. Por suerte hay personas que no se dan cuenta de la atrocidad que supone estar guapa por no parecer una misma y se sienten halagadas con este falso piropo. Siento si he abierto los ojos a alguien, no era mi intención.




Como podéis ver las grandes frases se hallan a la vuelta de la esquina o al descolgar un teléfono. Puede que no sean comparables a las de Wilde o Mae West. Puede incluso que sean unas frases horribles y sin demasiado sentido, pero son grandes por su cotidianeidad. Sería un buen regalo para la humanidad hacer un buen recopilatorio como los de chistes verdes. Ahí lo dejo.   

* Se puede cambiar "pija" por aplicada, delgada o culjanter.

4 comentarios:

  1. Bon dia, en mi entorno recordamos periódicamente a una compañera de trabajo modelo "jaca jerezana" que entre suspiros y poniendo los ojos en blanco le confesaba a otra que era como las pitufina pero en andrógino: "Yo no puedo llevar nunca minifalda, por que tengo las piernas taaaaaan largas."
    Un sufrimiento. Esperamos que se abran los cielos y un rayo la fulmine, y ya va tardando.

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    1. La gente tiene a idealizarse de forma equivocada. Yo he llegado a escuchar a gente quejarse de ser demasiado centro de atención al entrar en un local. Maravilloso todo.

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  2. Un abogado utiliza una coletilla en sus interrogatrios de las que a tí te gustan: "Diga si no es más cierto..."
    En el parque he oido a una señora gritarle a su hijo: "Ven de aquí para acá"
    En la mayoría de las ópticas de mi pueblo tienen "gafas del cerca" y gafas del lejos"

    Un abrazo,
    Carmela

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    1. Querida, es que tú vives en Cádiz y allí hay una grandeza de frases que poca gente conoce y es una lástima.
      La de la madre en el parque la había oído. El abuso de locativos que con el "ven" ya quedaban resueltos es maravilloso.
      Lo del abogado es como poco primo hermano de la verdad absoluta.
      Y lo de la óptica de lo más necesario.
      Gracias por comentar.

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