Ahora que ha
pasado un tiempo prudencial desde los ágapes navideños, puede que os apetezca
recibir en casa. Ya sólo el mencionarlo da pereza. Como maniática y persona
preocupada por el “qué dirán” he pasado por todas las fases de este quehacer social.
Hay muchos
libros, posts e imagino que hasta cursos sobre los perfectos anfitriones. Yo no
oso (chula esta forma del verbo osar, ¿verdad?) dar consejos. Pero considero que al invitar a gente a casa te das cuenta de
quiénes son tus verdaderos amigos, de qué personas te convienen alrededor. La
gente buena es la que te hace sentir en casa cuando la invitas a la tuya. Me
explico: tener a dos, cinco o los humanos que sean en tu cálido hogar (mejor
ceñirse al espacio) y sentirte bien, a
gusto. Saber que, sea mejor o peor la comida o la bebida, van a sentirse
satisfechos. Ésta es la gente que conviene.
Ilustración de Glen Mullaly |
Ya de paso os
cuelo una recomendación cinematográfica de 2010 que vi en el Festival de cine
de Sitges. Huelga decir que el principal reclamo fue que el protagonista es David Hyde
Pierce, el querido Niles Krane, hermanísimo de Frasier.
Mi personaje preferido de Frasier. Sin duda.
ResponderEliminarPero puestos a recibir en casa ¿qué mejor que una tigresa con sus cinco cachorras?
Ahí lo dejo.
En esta película hace un personaje parecido al de Frasier. Es muy recomendable, pero sin tigresitas.
EliminarGracias por comentar que con tanto blog no sé cómo te da la vida. Enhorabuena por tu estreno.
Alguna experiencia incómoda de mi vida ha tenido lugar tras la frase "Ya que estás aquí, ¿quieres ver la casa? Nonono... ¡Sí!" El pudor también es detestar recibir más información de la que quieres tener sobre los demás.
ResponderEliminarCreo que toda casa debe tener un espacio semipúblico/representativo (que no incluye el cuarto de baño salvo un caso extremo), no para los que te hacen sentir bien, sino para que todo el mundo se sienta bien.
Gwilt
Querida,
EliminarIgnoro la clase de casas o baños a los que te invintan. En todo caso, si te pasas por estos lares, me cuidaré muy mucho de invitarte a casa. Yo hasta la décima cita, nada.
Gracias por entrar, leer y comentar. No te hago pasar que la Boticaria me lo tiene todo hecho unos zorros.
Yo veo una cama sin hacer y un tendedero interior en medio de un pasillo con calcetines y bragas y me siento mal por el dueño/a. Llámame chunga.
EliminarGwilt
A Glen Mullaly parece que lo han emborrachado en muchas casas, el pobre está traumatizado :-P
ResponderEliminarBIen observado. Es que la bebida cargadita sin canapés...
EliminarA Glen Mullaly parece que lo han emborrachado en muchas casas, el pobre está traumatizado :-P
ResponderEliminarYo después de un postparto y unas Navidades, me abstengo de recibir una temporada... Eso sí, acepto invitaciones;)
ResponderEliminarSe te han acumulado los actos sociales en casa. Ahora a descansar.
EliminarYo antes era muy de recibir pero cada vez aprecio más los bares y restaurantes.
ResponderEliminarNada cómo una buena velada a escote...
Lo de "a escote" da para post y medio, como mínimo.
EliminarSenyoreta Irene
Pues cuando te pongas a ello, te cuento la evolución del pago de las cañas de los viernes en mi trabajo...
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