lunes, 24 de marzo de 2014

La de las patas cortas

Puede que os hayan dicho que mentir es feo, incluso que os iba a crecer la nariz al hacerlo. Mentían. Y lo sé porque mi nariz es cosa de la genética y porque ahí sigue, intacta, falacia tras falacia. 



He hecho una vasta compilación informativa con la única intención de verificar mi teoría. Como soy un encanto, os voy ahorrar todo el tostón y os digo que, en efecto, llevo razón: mentir no es malo. Nuestros padres nos han dicho que lo es (y yo lo haré con Moneypenny por tradición), pero ¿qué pasa cuando la mentira es mucho mejor que la verdad?, ¿cuándo lo que te cuentan te aporta un bienestar que  jamás hallarías en la realidad? Veamos unos ejemplos y me decís:


Caso 1: Un amigo, bien entrado en la treintena y con toda la ilusión del mundo, se presenta ante ti con una barba propia de un adolescente y te dice ¿qué te parece? A mí, que soy pariente lejana de Satán, me parecen cuatro pelos que podrían confundirse con unos churretes, pero con mi mejor sonrisa le diré que está guapo. A lo largo de la velada ya le iré persuadiendo para afeitarse, con cariño, alcohol de por medio, y consiguiendo que parezca idea suya. 





Caso 2: Tu madre/padre te encuentra un paquete de tabaco en la mochila. Tu progenitor, cual descendiente de Sherlock Holmes, te pregunta "¿de quién es esto?". La respuesta NUNCA puede ser "mío". De hecho la propia pregunta parcial (tipo de interrogativa que difiere de la total porque espera una respuesta abierta que no sea ni sí ni no) ya te está abriendo camino a la mentira, a la exculpación, al "de mi amiga Ivette* que si se lo pillan en casa la matan". Y tus padres, que saben que mientes, se quedan tan tranquilos con un "dile que no fume que es muy malo. Sé una buena amiga y no se lo guardes más." .





ATENCIÓN: la próxima situación NO es apta para menores.


Caso 3: esta situación la explico en clave femenina y heterosexual, pero todos me vais a entender, hombres y mujeres independientemente de vuestra orientación sexual. Si tu pareja, sea de larga duración o nueva adquisición, te pregunta por el tamaño de su miembro viril en comparación a tus otros posibles ligues sólo tienes una opción, bueno dos: ser sincera y alegrarte de estar con el bien dotado o mentir cual bellaca (mi caso es el primero, la duda ofende).




Os podría estar dando supuestos hasta la saciedad y en todos y cada uno de ellos el embuste sería la mejor opción. Seguro que si nos ponemos quisquillosos somos capaces de decir que a veces decir la verdad está bien pero yo, por sistema, creo que una bonita mentira y una sonrisa conquistan el mundo. 


*Si mis padres leen esto, que sepan que en mi caso el paquete de tabaco SÍ que era de Ivette. Si lo lee Ivette, petons. 

15 comentarios:

  1. Bon dia, Senyo,

    La sinceridad está sobrevalorada. Huyo de los adalides del "decir lo que pienso (incluso sin mediar pregunta )" como de una endodoncia. ¿Por qué supondrán que lo que piensan puede llegar a interesarle a alguien? para mi es un misterio del tamaño de los de Fátima.
    Guardémonos nuestra opinión y pensamientos en nuestro rico mundo interior y manejémonos en sociedad con cortesía, que hasta la fecha siempre ha dado buen resultado.
    Chimpún¡

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    1. Soy también de ese grupo que huye como de la peste de los que afirman: "Es que yo soy un tío/a muy sincero/a. Siempre digo las cosas de frente."

      La sinceridad justifica últimamente la mala educación.

      Gwilt

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    2. La psicología es en parte culpable de todo esta marea de sinceros con su asertividad. Hay que ser asertivo para ser feliz y así hacer infelices a los demás y que vengan a la consulta. En bucle.
      Gracias por vuestra fidelidad, en serio.

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    3. Cada vez que alguien me ha dicho "yo siempre seré sincero contigo", he terminado escaldada. Sobre todo si era un tío. La clave no es tanto decir toda la verdad, como no mentir.

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    4. Mucha gente es sincera por el simple hecho de tener la conciencia tranquila y eso tampoco. Si puedes hacer que el prójimo duerma bien, te sacrificas un poco y listos.

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  2. Pues por una vez y sin que sirva de precedente, no estoy de acuerdo con vosotras.

    El único caso en que la sinceridad es aceptable es cuando alguien te pregunta. La piedad es mucho peor que la sinceridad.

    Por otro lado, yo miento lo menos posible porque es terriblemente cansado. Y cuando metes la pata y te descubres tu sola, te sientes terriblemente estúpida. Y eso es muy malo para el autoestima.

    En cuanto a la última pregunta, yo siempre respondo: "las he visto más grandes", al margen del tamaño. La única autoestima de la que soy responsable, es de la mía.

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    1. Es la segunda vez que te contesto porque mi propio blog se come mis comentarios. Estoy perdida.
      Para mentir hay que tener buena memoria y no enseñar tus cartas. Yo, por ejemplo, tengo conocidas que me cuentan que mienten a otros y luego me lo hacen a mí también. Esto es muy de clase alta. En serio.
      Mi mentira no es piadosa es decorosa.

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  3. Yo es que siempre he tenido esa vena de actor y anda que no me ha servido saber llorar, fingir emociones o hacerme el tonto para salir airoso de más de una situación, de hecho una amiga mía ya dudaba siempre si lo que decía iba en serio o no. Creo que mentir es un refinado arte y hacer dudar a la gente de si lo que dices es verdad o no, porque las mentiras siempre hay que intercalarlas con verdades, es toda una azaña. Si la confianza lo permite, es mejor ser sincero, más que nada porque mentir todo el rato es de un cansancio terrible. Aunque eso si, la realidad siempre supera las mentiras más plausibles y con apariencia real. No sería la primera vez que de repente me creen cuando miento y no cuando digo la verdad.

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    1. Yo a tanto no llego. Que no sé actuar ni para contar un chiste, me río antes. Yo reivindico la pequeña mentira, la de andar por casa como la bata y las zapatillas.

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  4. Bien, creo que este es un caso en el que aunque no pregunte, alguien podría haberme dicho que he puesto EL AUTOESTIMA!!!

    No elimino el comentario porque los errores hay que dejarlos bien visibles para no olvidarlos.

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  5. Una vez mas me ha encantado tu publicación. ¿Verdad o mentira?
    Maui

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  6. En serio hay tíos que preguntan por el tamaño de su miembro viril en comparación con otros???? Dios mío, qué necesitada está la gente de autoestima y pundonor... Menos mal que no me ha tocado ninguno de esos... Me habría reído en su cara y no habría vuelto a contestar sus mensajes...

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    1. Yo sé el caso del amigo de un amigo y la respuesta fue de llorar de risa. Te lo contaré en privado.

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